El hijo de plástico de Chucky, el muñeco diabólico, y de su no menos diabólica pareja Tiffany, ha crecido en un circo, maltratado por un ventrílocuo sádico. Cuando se entera de que en Hollywood van a rodar una película sobre sus padres, protagonizada por su adorada Jennifer Tilly, acude a la meca del cine, donde acaba reuniéndose con sus resucitados padres. Sin embargo, la reunificación familiar no resulta tan reconfortante como unos y otros habían pensado: Glen no quiere seguir el sangriento camino de sus padres (para decepción de Chucky) y Tiffany no soporta que Jennifer Tilly la interprete en la pantalla.
