Tamio trabaja en una oficina pública. Está pasando por uno de los peores momentos de su vida, porque su prometida rompió con él. Un día, su jefe le pide que cuide de un gran perro de pelo blanco, que fue abandonado por su dueño. él comienza a convivir con el perro, que no ladra y solo emite un sonido que suena como "haw", por lo cual llama al perro Haw. Mientras viven juntos, la conexión entre él y Haw se vuelve más profunda, desarrollando sentimientos afectivos, mucho cariño entre los dos.