Brasil, 1976. Armando (Carlos Ramírez), un migrante latinoamericano y Sonja (Gilda Nomacce) viven una relación al borde del caos. Sonja se sumerge en una espiral de locura, ansiosa por comprender los procesos de gestación de su hijo Ivan (Giovanni de Lorenzi). Mientras tanto, Armando intenta sobrevivir a las fracturas disfuncionales que lo rodean y lo obligan a replantear la palabra “locura”.