Cuando un nuevo Ghostface surge en el apacible pueblo donde Sidney Prescott (Neve Campbell) ha reconstruido su vida, sus peores pesadillas se materializan al ver que su hija (Isabel May) es el siguiente objetivo. Dispuesta a proteger a los suyos, Sidney se ve obligada a enfrentar los traumas de su pasado para detener la ola de violencia de una vez por todas.