El 24 de agosto de 1981 el vuelo Komsomolsk-on-Amur chocó con un bombardero de la Fuerza Aérea de la URSS. Nadie debería haber sobrevivido... pero sucedió un milagro. Larisa Savitskaya se despertó en medio de los restos del avió. Ahora ella misma tenía que crear un verdadero milagro, que solo una persona de voluntad fuerte es capaz de hacer.