Adriana (Gianella Neyra), es una mujer de 38 años agobiada por el constante maltrato de su jefe (Nicolás Galindo), su esposo (Paul Vega), su hijastro (Santiago Suarez), su competencia joven en el trabajo (Ale Fuller), sus vecinos (Franco Cabrera y Guillermo Castañeda), su mejor amiga (Rossana Fernández Maldonado), una señora que siempre se cruza en su camino (Rebeca Escribens) y su hermana (Patricia Portocarrero). Adriana no encuentra calma ni en sus sesiones con su psiquiatra (Gonzalo Torres). Ella tiene un dolor en el pecho que no la deja vivir y un día, desesperada, decide someterse a un extraño ritual con un viejo curandero de los andes (Carlos Carlín). Este tratamiento, sin que ella lo quiera, soltará todo lo que guardaba dentro y la llevará por un viaje de liberación personal. Adriana hará y dirá todo lo que siempre pensó sin pelos en la lengua y sin ningún roche.