Una siniestra transmisión trae a los espectadores pesadillas olvidadas de los años 80: un equipo de recuperación de catástrofes desata la ira de un antiguo dios; un lago que devuelve la vida a los muertos; una obra de arte escénica entra en contacto con una criatura del más allá; un baño de sangre de muertos vivientes a todo trapo, y una perturbadora visión de asesinatos grabados en vídeo.