Beitollah tiene un sueño en el que descubre monedas de oro en una cueva. Para encontrar un compañero que no sea religioso, engaña a Shoja con dinero falso. Juntos recorren las cuevas de Irán en una búsqueda infructuosa. Mientras tanto, el dueño de una posada, al sospechar de sus intenciones, los sigue en su motocicleta sin que ellos lo sepan.